Cartas desde mi Celda

Juan Francisco Escalona García/ Ex Dip. Asamblea Nacional-Venezuela.

El titulo esta columna, decidí tomarlo del libro del poeta español; Gustavo Adolfo Bécquer,quien entre diciembre de 1.863 y en el transcurso del año 1.864, decide refugiarse en el Monasterio de Veruela, en el intento de superar la terrible tuberculosis que le aquejaba, y muy a pesar de esta dramática enfermedad, incurable para la época, el tono de sus escritos desborda vitalidad, aunque el titulo para algunos se preste a confusión, Bécquer jamás estuvo recluido en una celda monacal, sino que desde allí escribió sobre lo que observo en el lugar, en sus campos y en pequeñas poblaciones cercanas.

A través de los textos se aprecia una mejoría de la salud del escritor, al menos de su estado anímico. Las cartas están fechadas en el periodo comprendido entre 3 de mayo y 6 de octubre y todas comienzan con un “Queridos amigos”, salvo la última destinada a una “apreciable amiga”. En las narraciones tienen notable presencia la naturaleza, leyendas y mitos, que son, precisamente, elementos que interesaban a los escritores románticos; melancolía y fantasía, sueños y también realidades.

De manera que ya adentrados en el origen del título de esta columna, emulando al poeta Gustavo Adolfo Bécquer, también les escribo desde mi celda: Venezuela.

Queridos amigos:

Venezuela padece una terrible enfermedad, que ha penetrado hasta la medula, la consolidación de la tiranía, bajo el amedrentamiento, la persecución, la tortura, hace que todo el país sea una celda para sus ciudadanos. Hemos perdido todas libertades, se impone un modelo cruel, que ha envilecido a la propia sociedad, bajo un sistema ventajista, donde se hace daño al prójimo como medio de supervivencia, cual guerra social.

Venezuela, es un Estado fallido y a la vez forajido, que perdió su razón de ser.

Este año 2.021, ha iniciado con un evidente acrecentamiento de la persecución y la barbarie, la instalación de la fraudulenta Asamblea Nacional, más allá del discurso pacificador de Jorge Rodríguez, impone en la practica la línea discursiva de Iris Varela, el cierre de los medios de comunicación y la incautación de sus equipos es una muestra de ello, el cinismo que encarna

el régimen, no alcanza límite alguno, la lista de presos políticos sigue aumentando

poderosamente como una muestra más de su disposición a no retroceder, a no ceder

espacios. Cientos de civiles y militares presos sin justificación alguna, con sus familiares además perseguidos, por reclamar sus Derechos Humanos, son el reflejo de esta conducta decisivamente a la entronización del mal.

Sabiendo pues que esta es su conducta, también hay que decir su influencia en el mundo, ha disminuido poderosamente, y que entrara seguramente en nueva fase de maniobras, negociaciones y acercamientos, con las políticas del nuevo presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, también la Unión Europea debe mantener el nivel de firmeza que últimamente ha mostrado, el régimen de Venezuela, encarna la esencia del Nazismo en este siglo, sus cuerpos represivos, las alianzas con poderosos grupos como las; FARC-ELN-HEZBOLLAH, su inclinación a libres negociaciones con Irán, Corea del Norte, Cuba, son muestra evidente de la disposición de encuadrar en conflictos geopolíticos, que en nada representan la cultura de paz, exhibida históricamente por el pueblo venezolano.

Liderazgo opositor.

El país también requiere urgentemente una reconfiguración de las fuerzas políticas opositoras, en conjunto con los factores organizados de la sociedad civil, allí una clave.

No es posible navegar bajo la conducción del llamado G-4, devenido en G-9, Frente Amplio, o G-Plus, se ha fracasado repetidamente bajo este esquema, porque no encierra una inclusión real de cara a las exigencias del pueblo venezolano, debemos ir al encuentro total de todas las fuerzas, sin importar la militancia partidistas, si fueron o no chavistas, si fueron de izquierda o derecha, esos conceptos, debemos apartarlos y tener la capacidad de unirnos en un todo para construir una fuerza tal, que actué con la suficiente y arrolladora determinación que logre imponer un verdadero cambio en el país.

Requerimos de la construcción de una dirección política desde las bases de la sociedad civil, con probidad, que se distinga por su sinceridad al país, que no intente engañarnos más, con pactos trasluces con el propio régimen, como intento hacerlo el sector que se plegó al madurismo para judicializar los partidos, y usurparlos para participar en el fraude electoral del 6 de diciembre.

El país hablo el 6D, la abstención fue un mensaje claro de rechazo a la dictadura.

También hablo el 12 D, expresando en la Consulta Popular su disposición a la búsqueda de una solución política y pacífica para superar esta tragedia, esta fuerza ahora, hay que encausarla sabiamente para lograr la libertad y construir métodos democráticos para finalmente reinstitucionalizar al país.

Venezuela está enferma, el único antídoto posible no es más que la unidad del pueblo para la gran victoria, para la reconciliación, el perdón y la justicia, que senté las bases definitivas de una nueva república, donde reinen los Derechos Humanos de su pueblo.