ÚNICA OPORTUNIDAD: AVISTAR LA TRANSICIÓN

Por: Juan Francisco García Escalona.

La clase política venezolana debe rehacerse con objetivos claros. Esto debe lograrse imperiosamente con las fuerzas de la sociedad civil organizada: en otras palabras gestar nuevos factores políticos, que bien puedan ser grandes decisores, que a su vez impulsen acciones unificadoras del pueblo para lograr derrumbar el régimen. Los venezolanos hoy, no confían en la dirección política opositora, porque a toda vista no han tenido una estrategia honesta, y han terminado pactando por intereses económicos y políticos.

Es tanta la desconfianza, que hablar de dialogo es hablar del demonio, hecho muy conveniente para el régimen, quien actúa para enlodar a sus oponentes y así reinar en el caos del desprestigio ético y moral, solapando sus prácticas inhumanas para garantizar el sostenimiento del poder. Sin embargo lo más conveniente es romper esa concepción y aterrizar en una negociación donde se involucren actores políticos con suficiente probidad, este escenario es viable alcanzando la cohesión política interna y externa, necesariamente hay que sumar la acción de los países democráticos, quienes deberán actuar alineadamente, evitando así la evasión de esta fuerza por parte de la dictadura de Nicolás Maduro.

Todavía hay un sector nacional, que se niega a un acuerdo de transición, ellos deben pensar en la grave crisis humanitaria, que sufre la población, pero no se piensa en la honda crisis- cuando no se vive, cuando se está lejos de ella. Obligar un acuerdo para la transición,  es el tránsito al mejoramiento del sistema político que puede propiciar mejores condiciones de vida a favor de los ciudadanos, entendámoslo: es la necesidad de restaurar la democracia, es lo prioritario. La negociación no es un pecado, el intereses  superior es salvar el país- los negociadores en todo caso deben ser los mejores.

Es preciso partir del escenario actual, para determinar nuestras posibilidades: en Venezuela está roto totalmente el orden democratico, solo la Asamblea Nacional de 2.015, tiene legitimidad a pesar del desprestigio de buena parte de esos parlamentarios por sus servicios al régimen, el poder político es sostenido por un aparato represivo sin piedad, la estructura burocrática ha sido repartida a militares en cuotas para lucrarse y así compartir y garantizar el poder, la anulación de los oponentes políticos, con la judicialización de los partidos, incluso la desaparición forzada de personas, líderes políticos, o la detención injusta, arbitraria de civiles o militares, todo cuanto amenace la estabilidad de la elite cruel que rige el poder, todas estas son innegables características del Chavismo/Madurismo.

Midiendo todas estas características, también hay que decir que el régimen ha rebosado sus propios límites, es tan costosa la transición política, que teniendo elementos claros de preservar cuotas de poder de acuerdo a su proporción de fuerza social, es cuesta arriba por el nivel de rechazo dentro de sus propias bases, el PSUV ha sido desmantelado, buena parte de esa estructura es parte de los 5.6 millones de venezolanos que huyen de la crisis, y los que se mantienen en figuras como: jefes de calle, líderes de CLAP, o instancias del parlamento comunal, solo están por un provecho particular obtenido a su vez de la ventaja que le proporciona el manejo de algún servicio social, es la extensión de la corrupción, pensado así por la dirigencia política para doblar la moral y condicionar lealtades.

Lealtades que se diluyen constantemente a medida que se pierde fuerza financiera, todo el régimen clama por el levantamiento de las sanciones, porque sus maniobras económicas han sido totalmente erosionadas, por ello dan un viraje en su política interna y a través de la Ley Anti-Bloqueo, seducen a Fedecamaras y Consecomercio, quienes torpemente se envilecen ante su verdugo, creyendo que podrán adueñarse por ley inconstitucional de bienes del Estado.

Solo el tráfico ilegal de oro y el narcotráfico son fuentes de financiamiento de la última dictadura Venezolana, que está llegando inevitablemente a su ocaso. 

La oportunidad.

Juan Francisco García Escalona

El régimen hábilmente desmiembra a la oposición G4, desde la propuesta electoral del 6D, que fue derrotada por el país en pleno, y ahora les sirve la mesa para atragantarlos de las elección fraudulentas de Gobernadores, Alcaldes, Legisladores y Concejales, quedando así todos los farsantes expuestos a su vez es una gran oportunidad para transcender de las miserias humanas de quienes negocian con el hambre y las necesidades del pueblo para nutrir sus ambiciones, es aquí y ahora donde con fuerza y nitidez se debe decantar e ir de las tinieblas a la luz, del mal al bien, es el momento de presentar una dirección política que a lo interno actué conforme al clamor del pueblo y se hilvane suficientemente con la política internacional para obligar un acuerdo nacional para restaurar la democracia.

La transición.

Aunque pretenden hacerla ver como una quimera, hay elementos contundentes para creer en esta posibilidad, será necesario definir los mejores hombres y mujeres mas allá de los intereses de los partidos para encarar el país y desarrollar en una junta de gobierno las políticas adecuadas de estabilización política, económica y social, para luego  prepararnos a procesos electorales y echar andar el país con el concurso de todos los venezolanos de bien, y que la ideología y la ambición nunca más nos desunan, y prevalezca la paz, la libertad y la democracia.

Ya es hora de asumir con fuerza la propuesta de transición, no hay más posibilidades.