Ingeniería reversa en Venezuela

Por Américo De Grazia

“Pocos hombres desean la
la libertad; la mayoría
desean un tirano Justo”.
Salustio

En las últimas dos décadas Venezuela ha sufrido un cambio profundo, monumental, digno de estudio en escuelas y universidades; cambios que redujeron a un país desde una relativa prosperidad económica, al más inesperado pozo de pobreza. Sufrió el venezolano de a pie, la clase media profesional, especialmente la clase obrera, y lo que el resentimiento llamó, para fomentar el odio de clases, la burguesía. La democracia, hay que decirlo, cuando no da respuestas oportunas e inteligentes a las necesidades que afectan a sus ciudadanos, muere a fuerza del hambre de poder de los demagogos y aprendices de dictadores. La profética metáfora repetida tantas veces se cumplió en nuestros predios; y me temo que amenaza con expandirse como modelo más allá de nuestras fronteras. Hasta ahora el modelo chavezmadurista no ha servido para gobernar, pero ha sido exitoso para conservar el poder. Si no logramos concertar un plan estratégico común entre los actores democráticos, vamos rumbo a una fase superior del régimen. Vencidos los obstáculos y muros de contención que amenazaban su permanencia en el ejercicio del poder, nos inducirán a su propio modelo de gobernanza; nada parecido al mundo occidental del que formamos parte. Por el contrario la vitrina que sirve de referente a emular es China, Rusia, Norkorea, Cuba e Irán; o bien un híbrido tropicalizado de todos ellos, que le permita, ahora si, lograda la reingeneria reversa del país, entrar en periodo de gobernanza a su manera. Sustituidas las clases sociales por castas, las FAN constitucionalista por brazo armado del cartel de los Soles, pranes y colectivos, vale decir el “lumpen”, como instrumentos garantes del control social primario. De refuerzo, valga la ironía terroristas del ELN y FARC como amenaza creíble de propios y extraños ante cualquier “aventura”, ajena a la robolución, la “soberanía” tutélala por Rusia y Cuba; la asociación estratégica con China, Iran y Turquía; obviamente garantizan la instauración de “modelo” con el monopolio de la violencia de su lado. Ha sido un largo camino de ajustes de tuercas en el que se ha ido cociendo nuestra republica, tal como la rana en el caldero. Hoy tenemos una sociedad sin fuerza social articulada, que desconfía entre sí, que sataniza los partidos y, estos a su vez invisibilizan a los primeros. Mientras desaparecieron de escenas los sindicatos y, con ellos, los contratos colectivos, la seguridad social, los sueldos y salarios como fuente de ingreso de nuestras familias; provocando así una mano de obra esclava y barata; puesta al servicio de las castas económicas castrenses y boligurguesas; hoy dueños y socios de hoteles, líneas aéreas, bancos, casinos, agencias de vehículos lujosos, bodegones, estaciones de servicios, distribuidoras de alimentos importado, etc, un inimaginable catálogo de etc,etc,etc.

El otro éxito inmensurable del la narcotiranía, es la desarticulación insensata de la “oposición”, quien desconcertada gira en círculo recurrente sobre sus propios errores y sin brújula; conspiran entre sí, de manera copiosa, se extorsionan entre ellos hasta calificarse de sospechosos habituales. Lo más grave, no tienen un centro de dirección política que pueda hilvanar un plan estratégico común, menos aún una narrativa; todo este cóctel del desastre está diseñado por los Coach de la organización criminal que regenta Miraflores. Concluimos así, en una oposición colonizada por el atraso, entre los “privilegiados”, “la santa inquisición de los pro-intervencionistas” y los “resignados”. Sin unir esos tres archipiélagos, sospecho que la tenemos peliaguda los venezolanos.

El régimen tiene su propio decálogo de control diseñado en laboratorios de instrumentación del totalitarismo con casi 100 años de experiencia; ensayados en la URSS y sus países satélites. Usados como manual del tirano con pingües ganancias para sus instructores en calidad de asesores. Sus mandamientos mas destacados son, (1) la distracción, creándonos amenazas reales o imaginarias para obligarnos a cambiar de planes permanente. (2) La sobrecarga, nos bombardean con información contradictoria. (3) Parálisis, crean una amenaza inesperada ante un interés vital. (4) Agotamiento, obligan a los oponentes a incursionar en operaciones inútiles. (5) Engaño, obligan a los oponentes a reaccionar ante amenazas imaginarias. (6) División, persuaden a los oponentes para que actúen sin objetivos comunes. (7) Pacificación, persuaden a todos de su rol es pacifico y de víctimas ante la violencia externa. (8) Disuasión, crean espíritu de cuerpo y superioridad. (9) Provocación, obliga a los oponentes a tomar medidas contrarias a sus intereses. (10) Sugerencia, ofrecen información que afecta a los oponentes en forma, legal o ética. (11) Presión, ofrecen información que desacredita al oponente ante los ciudadanos. Un auténtico instructivo que tiene como protocolo a Maquiavelo para el siglo XXI.

La contraparte para este instructivo tiene que ser el de crear nuestro propios anticuerpos ante la presencia tóxica. (A) Centro de dirección política. (B) Capitalizar y alinear todas nuestras fuerzas. (C) Unidad en un solo instrumento de dirección. De forma y de fondo. (D) Reconstruir la confianza de los ciudadanos en nuestra dirección política. (E) Lenguaje capaz de descolonizar la jerga militaroide. (F) Delegar funciones en los tableros de todas las opciones. (G) Acelerar la construcción de músculos sociales capaces de insertar y alinear las exigencias ciudadanas. (H) Organizar todas las estructuras necesarias y (J) Una visión conjunta de país, que nos permita no sólo salir de los tiranos, sino de su modelo.